En el operativo en La Trinidad, Tequisquiapan, se descubrió una infraestructura completa para, aparentemente, procesar y distribuir combustible robado a gran escala.
TEQUISQUIAPAN, QRO., 29 septiembre 2025.- El operativo que culminó con el aseguramiento de más de 300,000 litros de combustible en la comunidad de La Trinidad, Tequisquiapan, ha revelado mucho más que un simple punto de almacenamiento. La evidencia encontrada por la Fiscalía General de la República (FGR) apunta a que el predio de casi 2.4 hectáreas funcionaba como un eslabón crucial y sofisticado en la cadena del robo de hidrocarburos, sirviendo como un centro de tratamiento y transformación del producto.
La presencia de cisternas especializadas, mangueras y diverso material para el manejo del combustible sugiere que en este lugar el hidrocarburo robado era procesado antes de su distribución final. Esta capacidad de transformación indica un nivel de organización y una inversión significativa por parte del grupo delictivo, que buscaba “limpiar” o adecuar el producto para su venta en el mercado negro, probablemente a través de vehículos de carga pesada o “pipas” que, se presume, operaban desde este punto.
El lugar, ubicado estratégicamente en una zona despoblada y de difícil acceso por un camino de terracería, ofrecía las condiciones ideales para operar con discreción. Durante el cateo, el fuerte olor a combustible fue un factor de riesgo que requirió la intervención permanente de Protección Civil y Bomberos para garantizar la seguridad del perímetro y del personal que realizaba la diligencia.
Aunque no se realizaron detenciones en el sitio, el desmantelamiento de este centro neurálgico representa un golpe directo a la logística y las finanzas de la red de “huachicol” que opera en la región. La investigación, ahora en manos de Pemex, se centrará en rastrear el origen del combustible y determinar la estructura completa de esta organización criminal, incluyendo desde cuándo operaban y quién es el propietario del inmueble.